La Gran Final

Numerosos hinchas observaron con fascinación la final del torneo mundial de futbol. La gran final entre Brasil y Argentina en Brasilia.

Todos los presentes en el estadio se llevaron un recuerdo en el corazón cuando los dos equipos salieron al campo de juego con sus respectivos estandartes.

El partido comenzó con el césped en malas condiciones pero el resto del espectáculo fue tan impecable que hasta la camisa de los directores técnicos parecía mejor de lo habitual.

Todo se desarrolló en normales condiciones hasta la última jugada del encuentro en la cual el mejor delantero del equipo visitante aprovechó el imperceptible montículo que había cerca de la valla local y con un "puntinazo" puso el 1-0 final.

El director técnico brasileño quedó perplejo ante esta situación y las personas de la hinchada desoladas.

Un sentimiento odioso llenó todos los corazones brasileros presentes en el estadio tan pronto como el árbitro del juego hizo sonar su silbato, tan fuerte como el ruido de una campana para finalizar el encuentro y a la vez el mundial.

Los jugadores locales empezaron a llorar y a mirar con repugnancia a los contrarios que festejaban del otro lado de la cancha.

El d.t argentino escarbó su bolsillo y sacó un pañuelo para secar su cara emocionada.