Fue un día de verano cuando Carlos y unos amigos, habían invitado a unas chicas a pasar el día todos juntos en una quinta. Hacía mucho calor y lo primero que decidieron hacer los varones fue ir a jugar al fútbol, mientras las mujeres fueron directamente a la pileta.
Al finalizar el partido todos salieron corriendo para meterse al agua ya que estaban muy acalorados. Mientras corrían se iban desvistiendo, jugando a ver quien era el último que entraba al agua; en la competencia Carlos se había olvidado que no se había puesto maya y quedo parado en calzoncillos en el borde de la pileta mientras todos se reían. Le dio tanta vergüenza que despúes de ese día le agarro fobia a ir con sus amigos a cualquier lugar donde tuviera que estar en maya.
Matías Nodar.
martes, 16 de junio de 2009
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¡Ja, ja! Buena razón para quedar obsesionado...
ResponderEliminar¡¡Ja,ja!!Esta muy bueno y muy original,
ResponderEliminarme encanto.
Melu