miércoles, 10 de junio de 2009

El final

Esta es una historia triste, la que causó numerosos problemas, llanto, rabia y dolor. Se trata de una pareja, la de Humberto y Dolores. Humberto era un hombre muy trabajador, estresado, persistente, inconformista y que vivía pensando en todas las cosas y tareas que debía a hacer, y por eso no disfrutaba la vida. Debido a su actitud y a sus 16 horas de trabajo diarias, Humberto tuvo unas discusiones con su mujer y estaban un poco peleados.
Pero un día, Humberto estaba caminando por la calle cuando vio un edificio espectacular que llamó mucho su atención. Lo miraba asombrado, con fascinación. Era una torre alta, moderna y muy elegante. Tenía en su entrada, estandartes de varios países. Humberto decidió entrar. Era evidentemente un lujoso hotel. Preguntó en la recepción algunos datos. Se lo describieron a la perfección, le contaron sobre las 350 habitaciones, la pileta, el spa, el jardín de verde césped y otras instalaciones más.
Humberto, se convenció de que tenía que tomarse unos días de relax con su mujer y así poder reconciliarse. Hizo las reservaciones y marchó rumbo a su casa para contarle las noticias a su mujer. Cuando llegó, agotado, se sacó la camisa y la dejó en un montículo de ropa sucia junto al lavarropas. Su mujer, llegaría en media hora, por lo que fue a su habitación, con la idea de mirar la tele hasta que llegara. Cuando abrió la puerta se quedó perplejo. ¡Su mujer estaba con otro hombre! No lo podría creer, no sabía qué decir ni qué hacer.
Recordaba cómo la conoció a su mujer. Había sido en un café. Era una de esas noches desoladas, lluviosas y húmedas cuando él volvía del trabajo. Como era tarde decidió entrar en un café para cenar y poder irse a su casa. Allí la vio a Dolores y se quedó perdidamente enamorado de ella. Así fue como la conoció.
Y ahora, odioso, la veía ahí con el hombre que se vestía y sentía un profundo dolor. Pensaba también, en el ruido de la campana cuando se casaron.
Se puso a llorar, inconsolablemente. Los miraba con repugnancia y sin entender cómo todo esto podía estar ocurriendo.
De repente, Humberto, escarbó en todas las cosas y tomando las de Dolores, las tiró por la ventana y echó a ambos traidores de su casa.
Nunca más la volvió a ver ni tuvo ganas de encontrarse con ella nuevamente.


Victoria Oubiña

4 comentarios:

  1. Esta es la famosa historia que me contabas en GYM..jaja...Está MUY buena! Me encantó!
    Si yo fuera Viviana te pondría un 10; por como usaste las palabras, que encajaron perfecto; por la coherencia del texto; y por la historia formada, de las que escuche y leí fue la que me gustó más! Te doy un 10!

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  2. Muy bueno... Todo un drama...
    Gracias por compartir tu texto.

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