El asesinato:
Un hecho horrible alteró al barrio al encontrar bajo los pisos de la casa de la propia víctima, su cuerpo anciano y maltrecho, todo descuartizado. Se ve que le joven asesino creía que el ojo de cuervo del viejo lo perseguía, que lo vigilaba.
El asesinato no se hubiera resuelto si el joven no confesaba su crimen a las autoridades, que habían ido al lugar a investigar lo que había pasado gracias a que un vecino del viejo escuchó un grito y le advirtió a la policía.
Ellos se quedaron muy sorprendidos al contar que sin la inexplicable confesión del asesino no se hubiera podido resolver el crimen.
Martina Kleinert IºB
martes, 11 de agosto de 2009
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