Es por eso que, mi tía, es la primera en ofrecerme salir a caminar, obviamente yo acepto siempre. Cuando voy, puedo ver la realidad, veo mucha gente en las esquinas esperando para cruzar, muchos autos transitando, muchos perros paseando y lo que más me gusta es ver a chicos de mi edad caminando por la ciudad, como yo. Pero también, puedo ver la realidad que no es como un cuento de hadas, como yo pensaba. Por ejemplo, gente pobre, niños de mi edad pobres y mucha gente trabajando de cartoneros. Estas cosas no son muy alentadoras, pero sin embargo me gusta verlo por dos razones. Uno, porque puedo ver cuán afortunada soy. Y segundo, para aprender más de la ciudad en la que vivo.
Así, por eso me gusta mucho vivir acá, en Buenos Aires.

Excelente. Me encanta la idea de ver la ciudad desde los ojos de una niña. ¡Gracias, chicas!
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